La estrategia consolidaría el liderazgo de Amazon en el sector de la edición electrónica y obligaría a la competencia a reajustar su oferta a la baja
La compañía de ventas por internet se había visto obligada a ajustar el precio de sus contenidos por la presión de las otras compañías. Ahora que la justicia estadounidense ha tomado partido, Amazon podrá volver a apostar por su propia política de precios. El Departamente de Justicia de Estados Unidos ha decidido emprender acciones legales contra Apple y cinco de las grandes editoriales de EE.UU. después de haber realizado una investigación por supuestamente haber violado las leyes antimonopolio.
Al parecer, las autoridades estadounidenses habrían encontrado indicios de que estas compañías acordaron fijar los precios para los eBooks, ejerciendo presión para que otras compañías no pudiesen ofrecer los libros electrónicos a un precio inferior al impuesto. La presión de estas compañías habría afectado a las minoristas, que no habrían podido desarrollar una política de precios libre bajo la amenaza de perder los acuerdos con los editores propietarios de los derechos de los libros.
Una de las empresas que más afectada se habría visto con esta política es precisamente Amazon, la compañía que revolucionó el mundo editorial con el lanzamioento del lector de libros electrónicos Kindle y una oferta de precios de ebooks muy competitiva. Ahora que la justicia estadounidense ha decidido juzgar a los supuestos responsables de la fijación de precios, Amazon es de nuevo libre ofrecer sus contenidos a los precios que quiera, sin presiones.
Según The New York Times, la compañía no ha perdido el tiempo y ha anunciado que bajará las tarifas por la adquisición de sus libros electrónicos. Amazon es una potencia en este campo, tanto a nivel de venta de dispositivos 'eReader', donde su Kindle es el dominador absoluto, como a nivel de contenidos, donde su tienda electrónica acapara la mayoría de las ventas.
En consecuencia, si Amazon se decide a bajar los precios de su catálogo, su dominio puede ser aún mayor. La compañía podría pasar de cobrar 14,99 dólares (11,3 euros) por un libro electrónico nuevo a cobrar solo 9,99 dólares (7,5 euros). Se trata de una rebaja importante, que podría hacer que el resto de competidores tengan que reajustar su oferta para poder competir. Por contra, la rebaja de los contenidos puede estimular la compra, consiguiendo que el mercado de libros electrónicos se consolide entre los usuarios.
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