La compra de la aplicación para compartir fotos Instagram por parte de Facebook no dejó a todos contentos:algunos de sus usuarios se quejan de la operación y consideran que ha llegado la hora de presionar el botón «borrar».
Twitter y otras redes sociales reflejaban el miércoles el enojo contra Facebook, pintado como un monstruo que pisoteaba a una indefensa comunidad de personas creativas y de espíritu libre.
Parte de la preocupación surge de las diferentes políticas de privacidad entre Instagram y Facebook, ya que los usuarios temen que los contenidos publicados pasen a ser de Facebook y pueda usar las más de 1.000 millones de fotos publicadas. Por otra parte, la normativa de Instagram especifica que todos los apartados de su política de privacidad pueden ser modificados sin previo aviso.
«Creo que es hora de borrar mi aplicación Instagram antes de que Facebook la arruine», decía renegando Charlie Robinson en Twitter.
«Facebook acaba de comprar Instagram. Otra cosa para borrar», se quejaba Jay El Niño García en otro tweet.
El lunes, Facebook anunció que alcanzó un acuerdo para la compra de Instagram -que tiene sólo 14 empleados- por 1.000 millones de dólares en efectivo y en acciones de la compañía.
Instagram, sin volumen de negocios en el sentido tradicional del término, puesto que es una aplicación gratuita, habría generado para sus propietarios 1,8 millones de dólares diarios en sus 551 días de existencia al valor que fue pagada.
La revista New York comparó a Facebook con una nave espacial extraterrestre y dijo que «para algunos usuarios esto parece una capitulación».
El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, salió a calmar a los puristas y aseguró que podrán mantener sus cuentas en Instagram y sus seguidores separados de Facebook.
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