Microsoft ha dado la pista más clara hasta la fecha de que algún día
podría comenzar a producir sus propios teléfonos, mediante la carta
anual de Steve Ballmer a sus accionistas en la que se anuncia “una nueva
era” del gigante del software. Ballmer comienza su carta reconociendo
“el cambio fundamental que se está produciendo en nuestro negocio”, para
pasar a destacar que Microsoft se considera ahora “una empresa de
dispositivos y servicios”. Este enfoque de dispositivos/servicios es
idéntico al de su gran rival Apple, cuyo enorme éxito con el iPhone y el
iPad constituye una muestra de la profunda integración entre software y
hardware de calidad.
Aunque Ballmer asegura que la empresa “seguirá colaborando con un amplio
ecosistema de aliados para ofrecer una gran variedad de PC, tabletas y
teléfonos con Windows”, a continuación sugiere que un smartphone
producido por Microsoft podría estar al caer. “Habrá ocasiones en las
que crearemos dispositivos específicos para propósitos específicos, tal
como decidimos en su momento con Xbox y con la recién anunciada
Microsoft Surface”.
La carta,
que llega pocos días antes del lanzamiento (26 de octubre) de la
tableta Surface RT -con el nuevo sistema operativo Windows 8, centrado
en lo táctil- y del lanzamiento formal de Windows Phone 8 (29 de
octubre), destaca el convencimiento de Microsoft de que su papel en el
ecosistema tecnológico está cambiando, alejándose cada vez más de su
modelo de negocio tradicional de venta de software instalado. “Afecta a
nuestro modo de llevar la empresa, al de crear experiencias nuevas, y al
de poner en el mercado productos para consumidores y empresas”, indica
Ballmer.
De cara al futuro, Ballmer afirma que Microsoft se está centrando en
la creación de nuevos formatos “que ofrezcan maneras cada vez más
naturales de usarlos, ya sean táctiles, gestuales o verbales”. También
apuesta fuertemente por Windows: Ballmer indica que Microsoft
“consolidará una sola plataforma” centrada en Windows para PC, tabletas,
teléfonos, servidores y la nube.
“Estamos en una posición única para marcar la pauta en estas áreas,
dada la amplitud de nuestra cartera de dispositivos y servicios, junto a
nuestra amplia base global de aliados y de clientes y al creciente
ecosistema de Windows”, finaliza Ballmer. “Es realmente una nueva era
para Microsoft, una era de oportunidades increíbles para nosotros, para
los ocho millones de desarrolladores que crean aplicaciones para
nuestros dispositivos, para nuestros más de 640.000 aliados en todo el
mundo y, sobre todo, para las personas y las empresas que utilizan
nuestros productos para alcanzar todo su potencial”.
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