miércoles, 15 de agosto de 2012
¿Se está 'cargando' Google la transparencia de su buscador?
Sería absurdo pretenden que el buscador de Google fuese transparente y neutral al 100%, ya que a nadie se le escapa que, como empresa privada, tiene sus propios métodos y preferencias a la hora de clasificar unos u otros contenidos.
Sin embargo, y pese a todo, Google es el indiscutible rey de las descargas. Incluso aunque hayan salido competidores que no se quedan con los datos de navegación, Google no tiene rival en lo que a búsquedas en internet se refiere. No obstante, en los últimos años se han observado una serie de decisiones técnicas que han resultado bastante polémicas.
Constantes cambios en los algoritmos
Es evidente y lógico que el buscador modifique cada cierto tiempo su algoritmo de búsqueda, sobre todo de cara a ponérselo difícil a los expertos en SEO o a los que consiguen colocarse muy bien en los resultados del buscador sin apenas aportar valor. Pero no todas las decisiones son bien valoradas por los usuarios.
La última llegó hace unos días de mano de uno de los temas más polémicos de la Red: los derechos de autor y la propiedad intelectual. Según la compañía, a partir de ahora se penalizará a los portales que alberguen o redirijan a plataformas que no respeten contenidos protegidos bajo copyright. Esto se articulará mediante el formulario que Google tiene habilitado para notificaciones de infracción de propiedad intelectual. Si una web recibe muchas notificaciones, Google la relegará a los últimos puestos de la búsqueda.
¿Sorpresa? En absoluto
Lo cierto es que este anuncio no ha resultado demasiado sorpresivo para todos los que vienen siguiendo las últimas actuaciones de la empresa. En 2009, la empresa anunció que empezaría a favorecer los contenidos originales en perjuicio de la copia. Esta decisión, favorecida por un sistema de identificación de textos plagiados que Google patentó en 2003, fue generalmente bien recibida, ya que sus principales destinatarios eran, en su mayoría, blogueros y medios de comunicación.
Sin embargo, en aquel momento ya se empezó a decir que Google podría empezar a actuar de igual manera contras las páginas de descargas. Y así lo hizo: a principios de 2011, en países como Francia o España se dio la voz de alarma al comprobar que el servicio de búsqueda instantánea (la herramienta que predice lo que podrías estar buscando a medida que escribas) estaba ocultando nombres clave como 'Megaupload', 'Bittorrent' u otros términos relacionados con la descarga de contenidos.
Queda por ver cuáles serán los próximos movimientos de Google. Lo que está claro es su buscador es, cada vez, menos inocente.
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