Es posible que muchos de vosotros recordéis cuando comenzaba esto de la telefonía móvil en España. Comprabas una lavadora o un sofá o un pack de galletas y te regalaban un teléfono, el caso era extender su uso entre la población. Lo mismo pasó con los SMS, gratuitos a través de números extranjeros y con el permiso de las operadoras españolas. Y después llegaron las subvenciones de terminales, una estrategia que Movistar va a abandonar el mes que viene.
Movistar va a abandonar la estrategia de subvención de terminales móviles por el alto coste y consumo de recursos económicos que esta práctica conlleva para la compañía. Además, tenemos una fecha, el mes de marzo que empieza en dos días.
Como hemos comentado en la entradilla, los operadores se han valido a lo largo de la historia de la telefonía móvil en España, de una serie de estrategias para conseguir adeptos y mantener a sus clientes ligados a las compañías de una manera u otra. La práctica de los últimos años y que todos conocemos es la de la subvención de terminales que se ha convertido en el sistema utilizado por las operadoras para “robar” clientes a la competencia o convencerles para que no se marcharan. Es más, como los usuarios sabíamos esto pues hemos apretado las tuercas a nuestras propias compañías para conseguir terminales gratis o baratos.
Aunque pueda parecer algo sorprendente, no lo es tanto. Ya desde el año pasado se ha hablado de este tema por el gran coste y lastre económico que supone esta práctica para los operadores como forma de atraer a nuevos clientes o mantener a los propios. Movistar será la primera operadora que deje de subvencionar terminales, al menos como todos conocemos. La idea es que podamos adquirir un nuevo equipo al precio que marque el fabricante y que la operadora nos ayude financiando la compra si queremos adquirirlo en plazos, como cualquier otro bien de consumo. Obviamente, esto implica que tendremos un móvil libre y que no habrá contratos de permanencia.
Tampoco es sorpresa porque este tipo de estrategia es utilizada ya por operadores de países vecinos como Francia o Alemania que optaron por no imputar este gasto a sus cuentas y dedicarse verdaderamente a su negocio, es decir, a dar servicios de telefonía móvil e invertir en sus redes. Hace tan solo un par de semanas, el presidente de Telefónica España, Luis Miguel Gilpérez, comentó que la operadora se estaba planteando fórmulas para recortar los altos coste. La situación se ha vuelto “insostenible” y por eso Movistar ha tomado esta decisión que esperemos sigan el resto de operadores en España. ¿Por qué? Pues porque esperamos que decisiones como estas provoquen un cambio estratégico –a la baja–en los planes de voz y datos, ya que al no tener que subvencionar terminales, los precios podrán ajustarse. Lo que está claro es que se abre un nuevo horizonte en el sector de la telefonía móvil pero también surgen muchas incógnitas.
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